El "Busto del Emperador Augusto" es un testimonio de la grandeza atemporal de esta legendaria figura. Elaborado a mano con precisión en piedra, cada pieza es única y presenta variaciones de color. Refleja la opulencia de las estatuas de tamaño supernatural del Emperador Augusto. En la antigüedad, las estatuas de bronce del emperador eran tan numerosas como las de mármol, pero pocas sobrevivieron. Este busto captura la individualidad de Augusto, manteniendo una representación idealizada y atemporal, un recordatorio de su legado imperecedero.

PROCEDENCIA HISTÓRICA El busto del emperador Augusto está inspirado en un retrato de mármol de tamaño mayor al natural (aprox. 14-37 d. C.) del emperador romano que se conserva en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Este fragmento pudo haber formado parte de una estatua sedente de Augusto, realizada durante el reinado de su hijastro y sucesor, Tiberio. Se conocen más de 250 retratos de Augusto en la actualidad, y aunque se conservan relativamente pocas estatuas de bronce, probablemente existían tantas efigies del emperador en bronce como en mármol. Si bien en este ejemplo se le representa como eterno e idealizado, sus rasgos son individualizados. Murió a los 77 años en el año 14 d. C., pero no se conocen retratos suyos en su vejez. Realizada a mano en arenisca, esta reinterpretación presenta la cabeza del emperador en posición horizontal, apoyada sobre una base de arenisca.